El mejor espía del mundo medía 58 centímetros. Uno de los mejores espías del mundo era de origen francés y se llamaba Richebourg. Su secreto residía en su altura, unos escasos 58 centímetros que le valían para disfrazarse de bebé y así cruzar las líneas enemigas en brazos de una colaboradora en la época de la Revolución Francesa.
Lo bueno viene en frasco chico
Publicado por fernando | | domingo, 21 de marzo de 2010en 0:39 | Etiquetas: Curioso